lunes, 11 de abril de 2011

Los ciegos y la cuestión del Elefante - Cuento Sufí

"Más allá de Ghor había una ciudad en la que todos sus habitantes eran ciegos.
Cierto rey llegó un día a las proximidades de la ciudad con su cortejo y su ejército, y acampó en el desierto. Tenía un poderoso elefante, que usaba para atacar e incrementar el temor de la gente.
La población estaba ansiosa por conocer al elefante y algunos ciegos se precipitaron a su encuentro. Como no conocían su forma y aspecto, tantearon para reunir información, palpando alguna parte de su cuerpo. Cada uno pensó que sabía algo, según la parte que alcanzó a tocar del enorme animal.
Cuando volvieron, sus conciudadanos, impacientes, se apiñaron a su alrededor. Estaban ansiosos por saber la verdad en boca de aquellos que se hallaban errados. Les preguntaron por la forma y aspecto del elefante, y escucharon cuanto les dijeron.
El hombre que había tocado la oreja dijo:
- Es una cosa grande, rugosa, ancha y gruesa, como un felpudo.
El que había palpado la trompa dijo:
- Yo conozco los hechos reales, es como un tubo hueco, horrible y destructivo.
El que había tocado las patas dijo.
- Es poderoso y firme como un pilar.
Cada uno había palpado una sola parte, y todos lo habían percibido erróneamente. Ninguno conocía la totalidad: el conocimiento no es compañero de los ciegos. Todos imaginaron algo, pero algo equivocado.
El ser humano no está informado acerca de la divinidad.
No existe "camino" mediante el intelecto ordinario.
Aquellos dotados de razón comprenderán. Aquellos con poca razón, pueden adquirirla mediante este relato."
Fuente: Guillermo López (Compilador) El Libro de los cuentos del mundo.

El conocimiento del hombre es como una colcha de retazos, formado por pequeñas versiones de verdad, todo puede ser refutado y nada es necesariamente nuevo. Es mejor ser humildes ante el conocimiento.

1 comentario:

  1. Muy buen (y profundo) cuento. Debemos percibir la verdad de manera holistica y no imparcial....

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